Frank Olson era un científico que trabajaba para la CIA en la década de 1950, especializado en guerra biológica. Su muerte en noviembre de 1953 sigue siendo uno de los mayores misterios de la historia de Estados Unidos. Oficialmente, se informó que Olson cayó desde el piso 13 del Hotel Statler en Nueva York, en lo que se calificó como suicidio. Sin embargo, investigaciones posteriores revelaron detalles inquietantes que sugieren que pudo haber sido asesinado.
Poco antes de su muerte, Olson fue sometido a experimentos secretos de la CIA, incluyendo la administración de LSD sin su conocimiento como parte del proyecto MK-Ultra, un programa centrado en el control mental. Estos eventos dejaron a Olson profundamente perturbado, y expresó dudas sobre su trabajo, supuestamente considerando renunciar.
Las teorías de conspiración rodean su muerte. Algunos creen que la CIA lo eliminó por temor a que revelara información sensible sobre operaciones encubiertas. En 1994, una nueva autopsia reveló lesiones en la cabeza que no eran consistentes con una simple caída, lo que reforzó las sospechas de un posible homicidio.
La familia de Olson presentó una demanda contra el gobierno de los EE. UU., y aunque recibieron disculpas y una compensación, la verdad completa sobre la muerte de Frank Olson sigue sin resolverse hasta el día de hoy.
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