Lyon es conocida por su patrimonio histórico, cultural y gastronómico, pero también por sus leyendas y fenómenos paranormales. Con motivo de Halloween, te ofrecemos un recorrido por los lugares más embrujados de la ciudad, donde no es bueno pasear por la noche…
Las murallas de la Croix-Rousse
En el bulevar de la Croix-Rousse, había antiguamente unas
murallas que separaban Lyon de un pueblo vecino. En 1840, un
soldado de guardia se encontró cuatro veces con una dama blanca,
que llevaba sucesivamente una copa de agua, una antorcha, un pan y
una espada. Le predijo plagas para la ciudad: inundaciones, peste,
hambre y guerra. Unos meses después, el Ródano y el Saona se
desbordaron, pero los otros males no se cumplieron. La dama blanca
sería el fantasma de la diosa Cibeles, cuyo altar se descubrió no
lejos de allí.
El Château Perrache
Este castillo, situado cerca de la estación de tren de
Lyon-Perrache, fue requisado por la Gestapo durante la Segunda
Guerra Mundial. El siniestro Klaus Barbie infligió torturas y
ejecuciones a muchos resistentes. Desde entonces, se producen
fenómenos extraños en este hotel: rasguños en las paredes,
sensaciones de tirón en las sábanas, apariciones de siluetas o
sombras. Algunos clientes afirman haber visto los fantasmas de las
víctimas de la barbarie nazi.
El Museo de Bellas Artes
Este museo, instalado en un antiguo convento, esconde una
historia sórdida. En el siglo XVI, las monjas que vivían allí
tenían unas costumbres ligeras y convirtieron el lugar en un
verdadero burdel. El rey expulsó a la mayoría de ellas y las
reemplazó por benedictinas. Una de las excluidas, Alix de Tézieux,
murió en la miseria. Su espíritu todavía ronda por el museo, donde
aparece en forma de monja de negro, llorando y gimiendo. Incluso
empujó a un guardia por las escaleras.
El lago subterráneo de Fourvière
Bajo la colina de Fourvière, se esconde un lago subterráneo, al
que se accede por una trampilla situada en el parque de las
Alturas. Este lago fue excavado en el siglo XIX para abastecer de
agua a los cañones del fuerte de Loyasse. Mide 72 metros de largo,
25 metros de ancho y 10 metros de profundidad. Está sumergido en
una oscuridad total y su agua es helada. Está prohibido acceder a
él, pero algunos curiosos han intentado la aventura. Han relatado
haber oído voces, ruidos de cadenas o gritos. Algunos incluso han
visto formas espectrales surgir del agua.
La iglesia de Saint-Bruno des Chartreux
Esta iglesia, situada en el barrio de la Croix-Rousse, es la
única iglesia barroca de Lyon. Fue construida en el siglo XVII para
acoger a los monjes cartujos. Alberga muchas obras de arte, pero
también secretos macabros. Bajo el coro, hay una cripta donde están
enterrados los monjes. Se accede a ella por una puerta oculta,
detrás de un cuadro. La cripta está cerrada al público, pero
algunos han logrado entrar en ella. Han descubierto ataúdes
abiertos, huesos y cráneos. También han sentido una atmósfera
opresiva y aterradora, como si los muertos no apreciaran su
visita.
Estos cinco lugares son sólo una muestra de los lugares
misteriosos y escalofriantes que tiene Lyon. Si te gustan las
emociones fuertes, puedes intentar explorarlos, pero bajo tu propio
riesgo…
Légende - Photo
Rexcornot, CC BY-SA 3.0, https://fr.wikipedia.org/wiki/Enceinte_de_la_Croix-Rousse#/media/Fichier:Porte_de_la_Croix-Rousse.JPG
Fuentes