Alderney (Islas del Canal), 19 de diciembre de 2012 – La niebla cubría la isla de Alderney aquella mañana, envolviéndola en una atmósfera inquietante. Fue en medio de este paisaje casi sobrenatural cuando una pareja británica afirma haber sido testigo de un fenómeno desconcertante. Una fotografía tomada por accidente podría reavivar una vieja pregunta: ¿existen realmente los barcos fantasmas?
Bill Cook, un turista oriundo de Kent, pasaba unas tranquilas vacaciones con su esposa en la pintoresca isla cuando lo que parecía ser una simple parada para tomar una foto se convirtió en una escena digna de una novela de misterio.
"Era un día brumoso y muy atmosférico", relata Cook. "Mi esposa me pidió que parara el coche para tomar una foto del faro". Pero al sacar su cámara, algo extraño en el horizonte captó su atención. Al hacer zoom, no pudo creer lo que veía.
"Vi un pequeño velero de tres mástiles navegando cerca de la costa, parecía salido directamente del Renacimiento", explica, aún asombrado por la escena.
La pareja observó cómo la nave se desplazaba en silencio hacia el espigón, y luego se dirigía hacia Guernsey, cruzando incluso la ruta del ferry Condor. Un trayecto peculiar para un barco que parecía de otra época.
Tratando de hallar una explicación racional, Cook sugirió que tal vez se trataba de una réplica del Matthew, el barco del famoso explorador veneciano Juan Caboto (John Cabot), que ha sido reconstruido para eventos turísticos.
Sin embargo, esa hipótesis fue rápidamente descartada. Las autoridades portuarias confirmaron que ninguna embarcación de ese tipo, ni siquiera una réplica, había sido registrada o avistada cerca de Alderney o Guernsey ese día. De hecho, el Matthew no había navegado en las cercanías en absoluto.
Así, lo inexplicable volvió al primer plano. Algunos historiadores locales mencionan un antiguo navío isabelino que, según la leyenda, naufragó en las costas de Alderney en 1592. Desde entonces, los isleños cuentan historias sobre un barco espectral que aparece entre la niebla, navegando eternamente por esas aguas.
¿Fue un espejismo? ¿Una ilusión óptica causada por la niebla y la refracción de la luz? ¿O se trató realmente de un barco fantasma, uno de esos buques que, según los marineros de antaño, surcan los mares en silencio, atrapados entre los mundos de los vivos y los muertos?
Para Bill Cook, no hay duda: lo que vio ese día fue muy real.
"No soy de los que creen en estas cosas", concluye. "Pero ese barco… estaba allí. Y luego desapareció entre la niebla. Como si nunca hubiera existido".
Una aparición fugaz, captada por el lente de una cámara, pero
quizá suficiente para revivir el eterno misterio de los mares.
¿Y si el océano también guarda memoria de sus muertos?
FnattaStina, Pixabay, https://pixabay.com/illustrations/ai-generated-ghost-ship-ship-fog-8685668/
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