sábado, 19 de julio de 2025

Ross Coulthart afirma que el OVNI “Tic Tac” de 2004 es una tecnología secreta de Lockheed Martin

En un reciente episodio de pódcast que ya está generando controversia en los círculos ufológicos y de seguridad nacional, el periodista de investigación australiano Ross Coulthart —conocido por su trabajo sobre fenómenos aéreos no identificados (UAPs)— lanzó una afirmación contundente: el misterioso objeto avistado por pilotos de la Marina de los Estados Unidos en 2004, frente a las costas de California, conocido como el OVNI “Tic Tac”, no sería de origen extraterrestre, sino un desarrollo secreto de la empresa aeroespacial estadounidense Lockheed Martin.

“Ahora sé de manera categórica que el Tic Tac es Lockheed Martin”, declaró Coulthart con firmeza, desafiando años de teorías que sugerían un origen alienígena para aquel objeto cuyas maniobras aparentemente desafiaban las leyes conocidas de la física.

El incidente del “Tic Tac” —así nombrado por su forma similar al popular caramelo— se ha convertido en uno de los casos más emblemáticos en la ufología moderna. En noviembre de 2004, varios pilotos del portaviones USS Nimitz informaron haber interceptado un objeto blanco, ovalado, sin sistemas visibles de propulsión, capaz de ejecutar aceleraciones instantáneas, giros abruptos y descensos a velocidades imposibles para cualquier aeronave conocida.

Pero Coulthart fue más allá, sugiriendo que Estados Unidos lleva décadas desarrollando tecnologías de propulsión avanzadas y poco convencionales.

“Estoy cada vez más convencido de que Estados Unidos ha logrado avances en electrogravedad”, afirmó. “Se hicieron desarrollos, se lograron avances… en los años 60”.

Según el periodista, estas tecnologías habrían sido desarrolladas en completo secreto dentro de los llamados “programas negros” del Pentágono: investigaciones altamente clasificadas, financiadas fuera del escrutinio público o del Congreso.

“Lo que sospecho es que hay personas dentro del aparato de seguridad nacional que justifican todo esto como una ‘causa noble’ —incluso cuando implica apropiarse de tecnología ajena”, añadió, insinuando que parte de estos avances podría provenir de ingeniería inversa sobre tecnologías no humanas.

Las declaraciones de Coulthart no son nuevas en su carrera, pero sí impactantes. En los últimos años ha sido una voz activa exigiendo mayor transparencia en la gestión gubernamental de los fenómenos aéreos anómalos. Sin embargo, como ha ocurrido anteriormente, sus afirmaciones no vinieron acompañadas de pruebas verificables.

El momento de estas declaraciones no es casual. En Estados Unidos, diversas comisiones del Congreso continúan investigando testimonios de denunciantes y militares sobre encuentros con objetos no identificados, algunos de los cuales estarían relacionados con tecnología “no humana” y programas secretos de recuperación.

Si las afirmaciones de Coulthart resultan ser ciertas, el asunto plantearía preguntas incómodas: ¿por qué mantener en secreto una tecnología que podría transformar sectores como la energía, el transporte o la defensa? ¿Y quién se beneficia de ocultarla?

Por ahora, el enigma del Tic Tac sigue vigente. Tal vez no en los cielos, sino en lo más profundo del complejo militar-industrial estadounidense.

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Grok, CC0, https://x.com
Fuentes
TagsO.V.N.I.
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