Cameron Macaulay, un niño escocés, llamó la atención por sus asombrosas historias sobre una vida pasada. Desde muy pequeño, describía con detalle recuerdos de una vida anterior en la isla de Barra, ubicada a cientos de kilómetros de su hogar actual en Glasgow. Cameron hablaba de una casa blanca junto al mar, una familia, un perro, e incluso de un accidente que puso fin a esa vida. A medida que crecía, su insistencia llevó a su madre a llevarlo a Barra, donde encontraron similitudes asombrosas con los detalles que él había descrito, lo que reforzó la idea de una posible reencarnación.
→ Más información
0 comentarios: