El 7 de diciembre de 1982, Charles Brooks, Jr. se convirtió en la primera persona en la historia de los Estados Unidos en ser ejecutada por inyección letal. Este método de ejecución, considerado más humano que la silla eléctrica o la cámara de gas, fue adoptado por Texas en 1977, después de la reinstauración de la pena de muerte en los Estados Unidos en 1976.
Charles Brooks, Jr. era un asesino estadounidense nacido el 1 de septiembre de 1942 en Fort Worth, Texas. Fue condenado a muerte por el asesinato, el 14 de diciembre de 1976, de un mecánico de 26 años llamado David Gregory, a quien mató para robarle el automóvil que le estaba ofreciendo vender. Brooks y su cómplice, Woody Loudres, atrajeron a Gregory a un motel, donde lo ataron, amordazaron y le dispararon en la cabeza. Luego tomaron el automóvil, un Plymouth Volare, y lo vendieron a un receptor.
Brooks fue arrestado al día siguiente después de ser identificado por el receptor. Confesó el crimen, pero afirmó que Loudres fue quien disparó el tiro fatal. Loudres, por su parte, acusó a Brooks. Los dos hombres fueron juzgados por separado, y Brooks fue declarado culpable y condenado a muerte, mientras que Loudres recibió una cadena perpetua.
Brooks apeló su condena, argumentando problemas como la incompetencia de su abogado designado por el tribunal, un jurado parcial y la naturaleza cruel e inusual de la inyección letal como método de ejecución. Sus apelaciones fueron rechazadas por varias instancias judiciales, incluida la Corte Suprema de los Estados Unidos, que se negó a revisar su caso.
El 7 de diciembre de 1982, a las 6:34 p.m., Brooks fue llevado a la cámara de ejecución en la Huntsville Unit, en Huntsville, Texas. Fue atado a una mesa, y se insertaron tres jeringas en sus venas. La primera contenía tiopental, un anestésico, la segunda bromuro de pancuronio, un relajante muscular, y la tercera cloruro de potasio, una sustancia que detiene el corazón. Brooks pronunció sus últimas palabras a su familia y amigos: "Los amo a todos. Les perdono a todos. Que Dios los bendiga y los guarde". Luego perdió el conocimiento y fue declarado muerto a las 6:40 p.m.
La ejecución de Brooks generó numerosas reacciones tanto en los Estados Unidos como en el extranjero. Los opositores a la pena de muerte la denunciaron como una violación de los derechos humanos y organizaron protestas y vigilias. Los partidarios de la pena de muerte la elogiaron como justicia impartida y enfatizaron el sufrimiento de la víctima y su familia. El gobernador de Texas, Bill Clements, declaró que la ejecución fue "un acto de justicia, no de venganza".
Desde la ejecución de Brooks, más de 1,500 personas han sido ejecutadas por inyección letal en los Estados Unidos, más de 500 de ellas en Texas. La inyección letal se ha convertido en el método de ejecución más común en el país, aunque ha sido cuestionada varias veces debido a la escasez de medicamentos, procedimientos deficientes y casos de sufrimiento de los condenados. En 2015, la Corte Suprema de los Estados Unidos afirmó la constitucionalidad de la inyección letal, aunque reconoció que no está libre de riesgos.
Charles Brooks, Jr. quedará en la historia como la primera persona ejecutada por inyección letal en los Estados Unidos, así como símbolo de un debate en curso que sigue dividiendo a la sociedad estadounidense sobre la pena de muerte.
Wikinaut, CC BY 2.0, https://en.wikipedia.org/wiki/File:HuntsvilleUnitHuntsvilleTX.jpg
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