El 7 de junio de 1660 es una fecha memorable para el pequeño pueblo de Cotignac, ubicado en el sur de Francia. En este día, según cuenta la historia, San José, el padre adoptivo de Jesús, hizo una aparición milagrosa a un pastor llamado Gaspard Ricard. Este extraordinario encuentro entre el cielo y la tierra es una de las muy pocas apariciones de San José reconocidas oficialmente por la Iglesia Católica.
La historia de esta aparición comienza cuando Gaspard Ricard, un humilde pastor de Cotignac, se dirigía a la gruta de Santa María para buscar agua. Fue entonces cuando supuestamente presenció una visión excepcional: San José se le apareció acompañado del Niño Jesús. El santo patriarca estaba vestido con ropas blancas, envuelto en una túnica de color púrpura, y emitía una luz celestial.
Ante esta aparición divina, Gaspard Ricard se sintió inicialmente aterrado, pero pronto se sintió tranquilizado por la presencia bondadosa de San José. El santo le habló, lo animó y le transmitió mensajes de paz y amor. También le indicó a Gaspard el lugar preciso donde brotaría un manantial para sanar a los enfermos.
La noticia de esta aparición se difundió rápidamente en la región, atrayendo a numerosos peregrinos en busca de consuelo y sanación. De hecho, el manantial señalado por San José se materializó como se había predicho, y sus aguas comenzaron a estar asociadas con curaciones milagrosas. La Fuente de Cotignac se convirtió así en un importante lugar de peregrinación, atrayendo a fieles de toda Francia y más allá.
La Iglesia Católica no permaneció indiferente a estos eventos extraordinarios. Después de una minuciosa investigación, la aparición de San José en Cotignac fue reconocida oficialmente por el Obispo de Fréjus en 1661, tan solo un año después de los hechos. La Iglesia consideró que la aparición era de origen divino y que los mensajes transmitidos por San José eran dignos de fe.
Desde entonces, Cotignac se ha convertido en un destacado lugar de devoción mariana y josefina. Se erigió una basílica en el lugar de la aparición, atrayendo a numerosos peregrinos en busca de espiritualidad y milagros. Cada año, el 7 de junio, los fieles se reúnen para celebrar la memoria de la aparición de San José y para renovar su fe en su protección e intercesión.
La aparición de San José en Cotignac es un evento excepcional que resalta el poder de la fe y la importancia de la espiritualidad en la vida de los creyentes. Este reconocimiento oficial por parte de la Iglesia Católica sirve como testimonio de la importancia de la presencia de San José y su papel como una figura venerada en la fe cristiana.
Technob105, CC BY-SA 3.0, https://fr.wikipedia.org/wiki/Cotignac#/media/Fichier:Cotignac_centre.JPG
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