Lauren Singer es una joven de 23 años que tiene muy claro qué
significa conciencia ambiental y desde hace dos años no produce basura, porque
decidió cambiar sus hábitos para cuidar al planeta.
Los estudios medioambientales que llevaba en la
Universidad de Nueva York la hicieron “abrir
los ojos” para darse cuenta que ella generaba gran cantidad de basura.
“En el último
año de universidad tuve un profesor, Jeffrey Hollender, activista y cofundador
de la distribuidora de productos naturales Seventh Generation, que nos insistía
mucho en vivir de acuerdo a nuestros propios valores (…) Fue cuando me di
cuenta de que lo que yo predicaba era una contradicción si veía mi basurero
repleto de plástico”, dijo la joven a la BBC Mundo.
¿Cómo lo logra?
Desde hace dos años, Lauren no utiliza envases
plásticos sino de vidrio reutilizables, consume alimentos orgánicos, y utiliza
cepillos de dientes de bambú, bolsas de tela y ropa de segunda mano.
“Hoy llevo dos
años sin generar ningún desecho. Bueno, tengo guardado lo que he producido en
los últimos cuatro meses: cuatro pegatinas o adhesivos que traía la fruta
orgánica”, afirmó la estadounidense.
En cuanto al papel higiénico, las cáscaras de las
frutas y la ropa vieja, Lauren asegura que las lleva a un lugar donde las
reciclan.
“La basura
orgánica, incluido el papel higiénico, la llevo una vez a la semana a un lugar
donde la transforman en compost y cuando mis ropas, sábanas o telas están muy
gastadas las llevo a un lugar donde las reciclan”, explica.
Ella misma prepara su propio detergente, su loción y
su pasta de dientes, que incluso comercializa a través de su compañía The
Simply Co.
“Me ha costado
bastante investigar y perfeccionarlas (…) sólo se necesitan tres ingredientes:
bicarbonato de sodio, sosa o carbonato de sodio y jabón de castilla (hecho a
base de agua, sosa y aceite de oliva)”.
Por medio de su blog Trash is for tossers esta joven brinda consejos sobre cómo
llevar una vida más ecológica y cuenta, por ejemplo, que solía usar tampones
ecológicos pero que ahora prefiere una especie de copa de silicón que se dobla,
se inserta en la vagina y se retira dos o tres veces al día, para vaciarla y
limpiarla.
“Supone un
esfuerzo, pero es totalmente factible evolucionar hacia una vida sin desechos”,
asegura y agrega que “creo que soy una
persona más sociable. Se ha creado una comunidad en torno al tema y mucha gente
me contacta para pedirme consejo, compartir ideas, proponerme alternativas.
Tienes la posibilidad de vivir sin generar basura. Es tu elección”, añadió
la joven.
Fuente
http://www.crhoy.com/esta-joven-tiene-dos-anos-de-no-producir-basura/,
30 de diciembre de 2014